10.02.2017 · VALLADOLID
El presidente de Adif pone la pelota en el tejado del Ayuntamiento que pdoría decidirse por cualquiera de estas alternativas o la liquidicación ordenada de la Sociedad Alta Velocidad
El presidente de ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) Juan Bravo ha viajado este viernes a Valladolid con un plan bajo el brazo para intentar salvar la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, o al menos para evitar el concurso de acreedores. En una reunión con el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, el presidente de la entidad pública empresarial ha presentado al regidor tres opciones.
Una primera, sería evitar el concurso de acreedores aunque no la liquidación de la Sociedad (formada por Adif, Renfe, Ayuntamiento de Valladolid y Junta de Castilla y León), pero al menos de forma ordenada. Adif y Renfe asumirían por anticipado el vencimiento de la deuda bancaria (404 millones de euros), aunque posteriormente los socios deberían devolver su parte correspondiente: 42 millones, en el caso del Ayuntamiento y 32 millones, la Junta de Castilla y León. Juan Bravo ha comunicado que podrían negociarse “un pago aplazado en dos o tres años”.
El resto de las opciones formarían parte de un plan de viabilidad para intentar salvar la Sociedad e integrar –de distinta forma- la estructura ferroviaria en la ciudad. De esta manera, el presidente de ADIF ha explicado que una de las opciones sería una “integración blanda” sin soterramientos, aunque con elementos de “permeabilidad peatonal”. Esta opción tendría un coste total de 354 millones de euros, de los cuales el Ayuntamiento aportaría 72 millones hasta el año 2024.
La segunda de las opciones tendría un sobre coste a las arcas municipales de 130 millones de euros, con lo que el gasto del Consistorio se elevaría por encima de los 200 millones de euros. En esta alternativa bautizada por el presidente de Adif como “soterramiento parcial”, y con un presupuesto de 522 millones de euros, las vías del tren irían bajo tierra en dos tramos desde la estación de autobuses. Uno, al Norte, hasta Pilarica (1.1 kilómetros) y otro, al Sur, hasta la calle Eslava (1,2 kilómetros)
En ambas opciones se acometería la finalización de la variante de mercancías, para que los trenes de carga dejen de circular por la misma vía que el ferrocarril convencional, además de las mejoras comprometidas en la estación de tren y en la de autobuses, el nuevo complejo ferroviario y la urbanización de los entornos.
Juan Bravo dice que en esta planificación se ha tenido en cuenta la previsión por venta de suelo hasta 2033, que podría superar los 800 millones de euros. En un primer momento, el dinero que se obtenga por la venta de parcelas iría a amortizar la deuda y, más tarde, para acometer las inversiones necesarias en los próximos diez años, en los que se ha planificado las actuaciones de ambas opciones: «integración blanda y soterramiento parcial”.
TALLERES DE RENFE Y PASOS SUBTERRÁNEOS DE PILARICA
El Ayuntamiento, en ambos casos debería comprometerse a una modificación del planeamiento para poder llevar a cabo cualquiera de los dos escenarios, que Juan Bravo ha calificado de «viables». No obstante, el presidente de Adif ha explicado que la pelota está en el tejado del Ayuntamiento de Valladolid quien deberá decidir por cualquiera de las tres opciones previstas.
El presidente de Adif, que ha mantenido un encuentro con medios de comunicación, se ha reunido, además, con los sindicatos de Renfe y con los vecinos de la Pilarica. Bravo ha garantizado la puesta en marcha de los nuevos talleres de Renfe durante este años y los dos pasos subterráneos en la Pilarica, ocurra lo que ocurra con la Sociedad Alta Velocidad
Fuente: Tribuna de Valladolid