Esas son las soluciones que han prometido a un barrio que desconfía. «Este barrio fue pionero en pedir el soterramiento hace 30 años. Pero mientras llega, que parece que va para largo, ya que han cerrado el paso a nivel sin dar soluciones alternativas necesitamos poder pasar» sentencia la presidenta vecinal.
EL GUETO, LEÓN DE LA RIVA, EL PINAR Y LAS BOMBAS
El barrio cumple 365 días partido, con el principal paso sobre la vía cerrado a los peatones y al tráfico, y sin soluciones en medio de la indignación de los vecinos que este jueves 15 se han concentrado para exigir dignidad.
«Estamos prácticamente bloqueados, aislados, medio barrio separado del otro medio. Los comercios han notado mucho la falta de gente, la actividad ha disminuido y el proceso es malo». En estas pocas palabras se puede resumir la situación que vive el barrio vallisoletano de la Pilarica, cuyos vecinos, cerca de un centenar, se han concentrado hoy jueves 15 de septiembre, bajo la lluvia, en la plaza Rafael Cano, para reivindicar su dignidad.
Las palabras corresponden a Margarita García, presidenta de la asociación de vecinos del barrio. Su indignación se debe a que se cumplen 365 días desde que ADIF y el Ministerio de Fomento cerraron el paso a nivel que conectaba las dos partes de la Pilarica, el único barrio que actualmente está cortado por la vía del tren, lo que produce a diario pérdida de tiempo al tener que bordear la zona para salir en coche, o por los colapsos que se producen en las horas punta en el único paso peatonal abierto.
«Nadie ha justificado nada, hay una falta de información importante por parte de ADIF y Fomento. El Ayuntamiento ha estado en verano haciendo trabajos de medición para avanzar en el proyecto pero no sabemos en qué punto está. En cuanto al túnel del aviador, la semana pasada mandamos una carta al secretario de estado de infraestructuras para preguntar» explica García. Se refiere, por un lado, a las obras que el Ayuntamiento de Valladolid se ha comprometido a hacer para habilitar un paso peatonal subterráneo en la plaza Rafael Cano (con un presupuesto de cerca de 2 millones de euros y cuyo inicio no se prevé, al menos, hasta final de año). Y por otro a la obra que debe llevar a cabo ADIF en la plaza del Aviador Gómez del Barco para permitir la circulación de vechículos por debajo de las vías (con un presupuesto de casi 7 millones de euros y un plazo de ejecución a lo largo de 2017).Margarita García da la versión ‘institucional’. Pero los vecinos anónimos son mucho más críticos y se muestran más enfurecidos por una situación que les afecta de manera persona y a diario.
«El barrio se parece más a un gueto que a un barrio. Nos han engañado con el soterramiento y nos siguen engañando» protesta un vecino, que dice verse obligado a «dar una vuelta grandísima para salir del barrio, emplear nuestro tiempo en salir, y el barrio cada vez está peor».
«Llevamos toda la vida con la vía abierta y porque se la pone entre las narices a la señora ministra de Fomento tuvo que cerrar. Aquí a la gente que ha pillado el tren es porque se han puesto ellos (aludiendo a las víctimas mortales en ese punto, de las que se sospecha algunas fueron suicidios). Aquí el AVE pasa a 60 y nos dicen que va a 220 km/h, si fuera así pasaría lo que ha pasado en otros sitios» dice con una mezcla de amargura y rabia otra vecina, que protesta por la situación en la que ha quedado su hija: «El túnel de la calle Salud está cerrado y mi hija por la noche tiene que dar una vuelta por sitios en los que apenas hay luz». Y concluye: «Todos los vecinos tendríamos que coger un martillo y picar las vallas, o si no poner cuatro bombas ahí y verás que pronto hacían caso».
Otras vecinas también quisieron comparar la situación en su barrio con la del Pinar de Antquera, donde sí se ha soterrado el tren. «Aquí nos han encerrado como conejos y en el Pinar que pasa, ¿viven los amiguitos de ellos? ¿Los de aquí no somos ciudadanos, no pagamos nuestros impuestos? Digo yo que algo merecemos» dice una señora, interrumpida por la aportación de otra: «¡Qué soterramiento van a hacer, si se ha comido el dinero el De la Riva!».
Tras leer un manifiesto de protesta y proyectar un vídeo con imágenes del año de reivindicaciones, la vida sigue en la Pilarica, un barrio partido por un muro de obra que anhela una solución en la que cada vez confían menos. Un barrio que, como confirma Margarita García, «seguirá movilizándose hasta que nos den una solución».
Fuente: Tribuna de Valladolid