El traslado de los talleres y la venta de una parcela junto a Farnesio reavivan el soterramiento

El alcalde Óscar Puente reclama a la ministra de Fomento un «impulso político» para que el proyecto sea realidad en un «plazo razonable»
VÍCTOR VELA | VALLADOLID @victorvela

«Ha habido tantas fechas, se han dicho tantos plazos, que no me atrevo a dar uno más», dijo este lunes, prudente, el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, al salir de la reunión mantenida en la sociedad Valladolid Alta Velocidad, el ente público que se encarga de la gestión del soterramiento. Pero sí que comprometió un hito en el calendario:septiembre de 2015. En apenas unas semanas la operación ferroviaria recibirá un empujón (tal vez mínimo), pero que contribuirá a exhibir que la operación para eliminar la vía del ferrocarril sigue viva.

¿Qué ocurrirá en septiembre? Por un lado se iniciarán las pruebas (de maquinaria, de formación) para emprender el traslado de los talleres desde su actual emplazamiento en el centro de la capital hasta sus nuevas dependencias en el páramo de San Isidro. La previsión es que el traslado sea evidente a partir de octubre y que ya en febrero estén allí trabajando las cerca de 500 personas que prestan servicio en los talleres ferroviarios. Para ello, Urbanismo va a «poner en marcha rápidamente» un nuevo acceso para estos talleres, que conviva junto al que ya existe desde la carretera de Soria. La nueva calle se hará desde la vereda de Fuente Amarga.Desde el Ayuntamiento ven fundamental habilitar este nuevo acceso para poder asumir la carga de tráfico que se prevé con el traslado de los talleres y el desplazamiento hasta allí de los trabajadores. Sobre todo, si se tiene en cuenta que las nuevas instalaciones tendrán una capacidad de carga de trabajo para hasta 1.200 empleados.

Si la mudanza de los talleres es una de las premisas fundamentales para poder iniciar el soterramiento, la otra es la posterior venta de las parcelas resultantes (una vez abandonado ese uso industrial), que permitan obtener fondos para enterrar las vías.Urbanismo ya avisó la semana pasada de su intención de sacar al mercado una parcela para testar el panorama inmobiliario en la capital y comprobar cuánto dinero se podría obtener con su venta. El concejal, ManuelSaravia, desveló ayer que estos terrenos serán los más cercanos a Farnesio y Arco de Ladrillo, justo la superficie que está detrás del muro de la calle Santa Fe, junto a la calle Mikado y la plaza de los Ferroviarios, en la esquina que forma el paseo de Farnesio con Arco de Ladrillo. La pieza completa a la venta (incluido el depósito de locomotoras)tiene una superficie cercana a las 4,5 hectáreas. Las cuatro parcelas destinadas a viviendas suman 6.685 metros cuadrados. Y en ellas se podrán construir 33.000 metros cuadrados (en varias alturas) para albergar más de 300 viviendas, aunque una pequeña parte de la superficie podría ser comercial y de servicios. Desde la sociedad Alta Velocidad son conscientes, en cualquier caso, de que los terrenos no tienen ahora el mismo valor que el que se podría obtener una vez concluido el soterramiento o, al menos, garantizada la desaparición de las vías de la superficie.

Pero se trata de un termómetro, de ver por dónde podrían ir los tiros, comprobar cuánto están dispuesto a ofrecer los promotores inmobiliarios por esta parcela (jugosa por su ubicación)… aunque no por toda su superficie, puesto que en ella también se encuentra el antiguo depósito de locomotoras. El Ayuntamiento ha solicitado a Adif (el ente gestor de infraestructuras ferroviarias)su cesión para que el Consistorio pueda intervenir «de forma inmediata» en su recuperación y evitar así su más que evidente deterioro. A finales del año pasado, Adif tuvo que retirar (por la presencia de amianto)las uralitas del techo y dejar al aire esta edificación de 1863, que el Plan Rogers tenía previsto reconvertir en gran biblioteca pública (con una inversión prevista de 6,8 millones).

¿Cuál es ahora el principal escollo?Pues que, de momento, Adif no ha dado respuesta a esta solicitud de cesión. De hecho, el concejal Saravia censuró ayer la actitud del Ministerio de Fomento, que durante los últimos meses, asegura, no ha dado ni un solo paso en relación con el soterramiento. Algo que se deja notar no solo en esta cesión del depósito de locomotoras, sino también en la búsqueda de una solución al paso a nivel de Pilarica. El alcalde, Óscar Puente, remitió ayer mismo una misiva a la ministra Ana Pastor en la que solicita que se agilicen los trámites necesarios que garanticen un «mayor compromiso público de la administración central» con el soterramiento de Valladolid. El concejal de Urbanismo señaló que el Consistorio es consciente de que Adif está presente en 14 sociedades «y todas ellas con sus problemas», pero reclamó celeridad en las soluciones para Valladolid. Por ejemplo, en la refinanciación del proyecto. Ocon el enlace ferroviario desde las fábricas de Renault a los talleres de Renfe, en un trazado paralelo al ‘by pass’ de mercancías y que todavía está pendiente.

Al margen de esta incertidumbre que llega desde Madrid, Saravia destacó que desde el Ayuntamiento se están abordando los pasos necesarios para reavivar el proyecto del soterramiento, que según los cálculos conllevará una inversión final de 770 millones de euros (se incluyen los nuevos talleres, el soterramiento del Pinar y el futuro túnel urbano). ¿Cómo financiarlo?Aquí es necesaria también la participación de Fomento porque el compromiso actual de financiación alcanza los 400 millones. Falta por ver cómo conseguir esos más de 300 millones… o si se puede abaratar la operación de alguna manera, con una reducción de costes y plazos. Saravia indicó que alguno de estos ahorros podrían venir de la reconsideración de algunas ideas iniciales, como la construcción de una nueva y gran estación. El concejal de Urbanismo planteó la hipótesis de aprovechar una estación «más de batalla» donde se soterren solo los andenes y se abarate esa previsión inicial, que cifra el coste de la estación en 20,7 millones.

Valor del suelo

La cuestión será rebajar los costes de una operación que se ve comprometida en su financiación porque las previsiones iniciales sobre la venta de suelo se han topado de lleno con la burbuja inmobiliaria. El equipo de Gobierno (PSOE-Toma la Palabra) desveló el pasado junio que el valor del suelo del plan Rogers no se corresponde, ni de lejos, con las previsiones iniciales de 818 millones de euros (sin IVA) de los que se hablaba en 2010. El documento, de noviembre de 2014, arrojaba que el precio estimado (por la consultora Knight Frank) del valor del suelo puede rondar los 397 millones.

Fuente: El Norte de Castilla

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