Los vecinos critican el abandono del espacio, que no se limpia desde antes de Navidad
05.01.11 – 00:19 – VÍCTOR M. VELA | VALLADOLID.
Fuente: R. Otazo
Así que los unos por los otros y la casa sin barrer. Y nunca mejor dicho. Bienvenidos a uno de los parques más guarros, más olvidados, más destrozados, más ninguneados, más sucios y encharcados de todo Valladolid. Mire las fotos de aquí al lado (hay más en nortercastilla.es) y échese a llorar. Puede enfadarse si quiere. Incluso soltar algún taco. Se trata de una zona verde ubicada en la calle del astrónomo Carlos Sánchez Magro, en el nuevo barrio de Los Santos-Pilarica. Un auténtico desastre. El parque de los despropósitos. Empiece a sumar: merenderos arrancados de cuajo y dados la vuelta, papeleras decapitadas, pintadas en los bancos, restos perennes de botellón, cientos (nada de decenas, cientos) de botellines y latas de cerveza por el suelo, el riego destrozado, bolsas llenas de botellas vacías de alcohol e incluso calcetines abandonados. Y así durante días y días… y más días. «Esto está así desde el 22 de diciembre, cuando los chavales no pudieron ir al campus a celebrar la champanada y se vinieron aquí», explica Eduardo Villarramiel, portavoz de la asociación de vecinos de Los Santos-Pilarica, quien explica que la vergüenza se pasea a diario por esta zona de la capital. «Es un desastre. Lo vienen a limpiar cada tres semanas… y eso con suerte», asegura.
Jesús Enríquez, concejal de Desarrollo Sostenible, explica que el Ayuntamiento todavía «no ha recibido» esta zona verde de la constructora, a quien correspondería su mantenimiento. Y volvemos al principio, que los unos por los otros y la casa sin barrer. Enríquez asegura que el Servicio Municipal de Limpieza interviene en casos de urgencia como estos cuando existe la llamada o el aviso de algún vecino al teléfono municipal 010, y ya ha anunciado que hoy mismo irán varias patrullas para adecentar el terreno. «Es la problemática de las áreas nuevas, sobre todo en una calle como ésta, donde no hay ningún vecino empadronado», asegura Enríquez, quien matiza que las zonas ya asumidas por el Ayuntamiento y el resto del barrio reciben un buen servicio: «La basura se retira a diario y se hace una limpieza semanal de los parques». Los vecinos no terminan de estar contentos y reclaman más vigilancia y contenedores. Pero al final, todo esto se soluciona con esa cosa llamada civismo.
Fuente: El Norte de Castilla
